domingo, 27 de septiembre de 2015

Las claves básicas de la Intervención ABA en las primeras sesiones con nuestros alumnos

Veamos un ejemplo:
>>Pablo con 4 años de edad empieza su primera sesión con una terapeuta en la Pieza del Puzzle >>

¿Cuales son los primeros pasos que debemos tener en cuenta para trabajar con Pablo?

Sentarse adecuadamente: antes de comenzar la sesión sentarse con un buen control postural que impida otras respuestas inadecuadas o que interfieran en su aprendizaje. Es decir, bien sentado con las manos quietas.

Contacto Ocular: comenzar la interacción alumno- terapeuta con contacto ocular, antes incluso enseñar cualquier otra habilidad.

Seguimiento de Instrucciones: Comenzamos con la enseñanza de instrucciones simples. Ejemplo: “siéntate, aplaude, manos arriba, sube los brazos..”.

Una vez tiene un buen control postural y contacto ocular con la terapeuta, damos una instrucción ejemplo “ aplaude”, y esperamos su respuesta “aplaudir”. Si responde a nuestra instrucción inmediatamente le reforzamos socialmente “muy bien” y le damos un premio preferido como puede ser un juguete de luces y música.

Obtendremos de esta manera un buen control instruccional, el cual, es básico para enseñar otras habilidades más complejas, de este modo, estamos también enseñando a escuchar. Es decir, poner al niñ@ bajo control de diferentes estímulos auditivos, consiguiendo  aumentar su repertorio de escucha que será indispensable para trabajar su lenguaje expresivo.

Otro aspecto a destacar es a su vez es el aprendizaje de contingencias adecuadas: ESTÍMULO – RESPUESTA - CONTINGENCIA.Veamos otro ejemplo:

>>Silvia es una niña de 5 años. A la salida del cole le recoge su madre y pasan delante siempre de una tienda de alimentación. Ella quiere que su madre compre una bolsa de patatas. Al pasar por la tienda llora, se tira al suelo y tira a su madre del bolso hacia la tienda. Su madre no le gusta que tenga rabietas en la calle, y cuando pasan por allí rápidamente le compra sus patatas >
Silvia ante la tienda de alimentación (ESTÍMULO) - llora, se tira al suelo y tira del bolso de la madre hacia la tienda “rabieta” (RESPUESTA) - y le compra su madre una bolsa de patatas (CONSECUENCIAS). 
Cuando a Pablo la terapeuta le dice “aplaude” (ESTÍMULO), el alumno aplaude (RESPUESTA) y le da un juguete de luces y música preferido (CONSECUENCIA).

En  Terapia ABA  es prioridad que respondan adecuadamente para acceder a actividad preferidas. Aumentamos  de esta manera  las oportunidades de aprendizajes y disminuimos paralelamente las respuestas inadecuadas que interfieren en el aprendizaje de nuestros alumnos/as.
Así, el conseguir mayor control instruccional de la terapeuta sobre el niño/a se convierte en el primer objetivo y una vez conseguido, iniciamos el resto de programas establecidos. Siempre con contingencias adecuadas que aumenten el aprendizaje funcional.

                                                                                                          María Jesús Gutierrez Santalo

domingo, 20 de septiembre de 2015

Los desórdenes sensoriales en el autismo

El cerebro de una persona con autismo, procesa la información de forma diferente a como lo hacemos el resto de las personas. No hay un patrón único, y cada uno de ellos puede hacerlo de forma diferente, y tener afectadas varias áreas, una sola, o incluso todas a la vez.

Los órganos sensoriales que reciben la información del exterior (ojos, oídos, etc...) superan satisfactoriamente cualquier revisión, la distorsión se produce a nivel cerebral, los circuitos neuronales que interpretan dicha información son los que se ven alterados, es el procesamiento de dicha información el que no es correcto.

Esto da lugar a que muchas de las conductas de las personas con autismo nos parezcan extrañas, pero son reacciones a una entrada de información sensorial excesiva o distorsionada.

A continuación, os dejamos algunos ejemplos contados por personas con autismo,  extraídos del libro "Pensar con imágenes. Mi vida con el autismo" de Temple Grandin:

Trastornos auditivos

- Aunque los tipos de ruido molestos varían de una persona a otra, los ruidos fuertes pueden llegar a causar auténtico dolor: una aspiradora, explotar un globo, una taladradora, el eco del gimnasio del colegio, etc... Los sonidos agudos y estridentes suelen ser los que más molestan. 




- Por contra, otras personas con autismo, pueden parecer sordas, y responden a unos sonidos y a otros no.

- La autora relata como si un ruido la distrae, capta por completo toda su atención y le cuesta mucho volver a lo que estuviera haciendo.

- "En lugares ruidosos no entiendo cuando la gente habla porque no puedo eliminar el ruido de fondo" Temple Grandin.

- Algunos niños con autismo no pueden centrar la atención en el lenguaje hablado, deducen lo que la gente quiere observando los gestos y/o el contexto.

- Donna Williams relata que de niña le costaba ver como un todo las palabras y la entonación o tono del habla. Creía que la propia entonación constituía el mensaje. Si se fijaba en la entonación, no oía las palabras.

- Therese Joliffe cuenta que tardó en entender para qué servía el habla, para ella no tenía mayor relevancia que otros sonidos. Para descubrir que poseía un significado, tuvo que ver las palabras escritas en papel. Después de verlas, empezó a reconocerlas en el lenguaje hablado.

- En algunas personas con autismo los circuitos cerebrales que sirven para cantar pueden estar más preservados que los que sirven para hablar. Es posible que el ritmo musical ayude a estabilizar el procesamiento auditivo e intercepte los ruidos perturbadores. Therese Joliffe nos dice que tarareaba para no oír ruidos molestos.

- Adultos que fueron ecolalicos de niños (repetían una y otra vez las mismas palabras), cuentan que, cuando lo hacían, no tenían ni idea de que las palabras significaban algo. Creían que la comunicación estaba en el tono de la voz.

Trastornos visuales

- Puede ocurrir que a las personas con autismo les cueste percibir la profundidad y bajar las escaleras.

- Una pequeña deficiencia en el procesamiento sensorial aumenta la atracción hacia ciertos estímulos como pueden ser los colores brillantes, objetos en movimiento que estimulan la vista, cosas fluorescentes, juguetes con luces, el abrir y cerrar de las puertas de un centro comercial,... mientras que un defecto mayor en el procesamiento sensorial visual puede llevar a otro niño a temer o evitar los mismos estímulos.

- Algunos de los conflictos de las personas con autismo con el contacto ocular puede deberse simplemente a la intolerancia al movimiento de los ojos de otra persona.

- Procesar la información visual de forma distorsionada podría explicar por qué algunos niños con autismo prefieren la visión periférica y por eso miran de reojo.

- La luz fluorescente puede causar graves perturbaciones porque pueden ver el parpadeo de sesenta ciclos.

Olfato y gusto

- A muchos niños con autismo les gusta oler las cosas, y el olfato puede proporcionarles información más fiable sobre su entorno que la vista o el oído.

- Muchos de los problemas con la alimentación suelen tener un origen sensorial: no soportan la textura, el olor, el sabor o el ruido de la comida en la boca.


Para más información os recomendamos leer el libro: "Pensar con imágenes. Mi vida con el autismo" de Temple Grandin. Editorial ALBA

domingo, 13 de septiembre de 2015

Testimonio de una madre

Ésta historia, nuestra historia que va a mano del autismo lleva ya 3 años y medio, desde cuando Caliopía (mi hija) tenía un poco más de 3 años. Desde un principio, me costó aceptar que ella no tenía un desarrollo típico, pero me costó más entender que su recuperación no dependía solamente de mí, ni tampoco de ella, que es un largo recorrido con avances y retrocesos y que los logros se alcanzan siempre en equipo: niño, padres, terapeutas, coordinadora y maestra.

A nosotros nos tocó estar en un país extranjero cuando nos dieron su diagnóstico, lo que fue una pega más para encontrar la mejor manera de ayudarla, puesto que el castellano no le resultaba solamente difícil de entender y hablar a ella, sino también a nosotros, su familia. Aun así a través de búsquedas en internet y un par de lecturas, di con varias terapias, entre ellas la terapia comportamental (ABA) y tuve la certeza de que era ésta  la que nos iba a ayudar a sacarla adelante. Otro trabajo fue encontrar con quien realizarla en Madrid y poder contar con el apoyo de verdaderas profesionales en ABA que estuvieran dedicadas y totalmente comprometidas con su trabajo, que fueran cariñosas con mi niña y buenas consejeras para los padres.

Sus avances fueron increíbles el tiempo que estuvo en Madrid (especialmente con Ingrid y Manuela) y sin esa base sólida (manejar las conductas disruptivas, llegar a la autonomía para sus necesidades, adquirir las primeras habilidades académicas y de juego) no nos hubiéramos atrevido a regresarla a Rumanía, a hacer ese gran cambio para continuar allí con  ABA, siendo conscientes que era para dar un paso más hacia su desarrollo, especialmente hacia la comunicación verbal y la adquisición de habilidades cognitivas en el idioma de su familia y en el que todos en casa le hablaban: el rumano.

Los años pasaron y tanto la niña, como nosotros hemos mejorado con las buenas y malas experiencias que te trae la vida: cambiamos de idioma, de países y ciudades, e incluso, al hacer terapia tanto en casa como en centros específicos, hemos pasado por varias terapeutas y coordinadoras, pero nunca hemos dejado de pensar y decir que la mejor opción para ella es la terapia  ABA. Fuera lo que fuera siempre nos ha acompañado en la lucha para vencer al autismo, y ha sido siempre nuestra amiga.

Nadie sabe hasta qué punto ella podrá avanzar en su desarrollo y en cuánto tiempo. A cada uno nos toca superar el cansancio, la desesperación y el miedo, pero hay lecciones aprendidas que me gusta repasar de vez en cuando, y que serían éstas:

- buscar siempre la mejor opción para mi niña

- no dejar que pase el tiempo sin hacer nada ya que es muy valioso para la recuperación

tener paciencia con ella y conmigo

- no rendirme, y pensar en los logros por más pequeños que sean y no en los fracasos

- estar agradecida, y siempre tener presente que el gran esfuerzo lo hace ella, no yo

-  aceptarla tal y como es

-  seguir luchando para que un día ella pueda entender lo especial y amada que es


Una mamá